El amor es el movilizador de todo servicio auténtico. De la riqueza de los vínculos afectivos nace la motivación y la fuerza para dar de comer al hambriento, de beber al sediento, posada al necesitado, vestido el desnudo, visita al enfermo, enseñanza al que no sabe, corrección al que yerra… El gran protagonista de nuestra historia, de nuestras vidas es el amor. Por la calidad del amor se conocen los discípulos de Jesús (Jn 13, 35).
CONTENIDOS