Este número de Testimonio quiere ser una invitación y una fuerte motivación para salir a este encuentro; invitación fraterna para que sea escuchada y acogida por los religiosos y religiosas. Esta llamada nació en el congreso de vida consagrada del año pasado en Bogotá; se hizo letra y texto en la Asamblea de la CLAR que se tuvo unos días después y nos toca ponerle música a la Presidencia de la CLAR, a las Conferencias nacionales, a las diferentes congregaciones. Corresponde cantarla con voz fuerte y atinada a cada religioso y con tono de Magnificat.
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